¿Puede el verde urbano ayudar a conectarnos socialmente?
La naturaleza urbana, la cantidad de verde y cómo éste está distribuido en las urbes afecta a la salud de los ciudadanos. Los análisis del estudio “More green, les lonely? A longitudinal cohort study”, de Astell-Burt et Al., sugieren que lograr objetivos de ecologización urbana del 30% del área total podría reducir las probabilidades de soledad acumulada hasta en un 26% entre los adultos en general.
Este objetivo de ecologización urbana puede reducir las probabilidades de un incidente de soledad acumulativo en un 52% entre los adultos que viven solos. Así, estos mecanismos que relacionan los espacios verdes con la soledad también muestran la posibilidad de que la reducción del riesgo de soledad se encuentre entre las vías causales de los espacios verdes.
De esta manera, el estudio también incide en que la inversión en espacios verdes urbanos debe ser parte de una estrategia de lucha contra la soledad y probablemente complementaría otras intervenciones.
Además, en los análisis de este estudio, se ha observado una menor incidencia acumulada de soledad entre las personas con más espacios verdes a no más de 1 600 m. de la casa, especialmente para las personas que viven solas. La soledad es un factor de riesgo importante para la diabetes, las enfermedades cardíacas, la depresión y la muerte prematura.
Se ha investigado poco de forma empírica sobre los espacios verdes y la soledad, aunque la evidencia anecdótica de la pandemia de COVID-19 sugiere que la gente ha acudido en masa a los parques para encontrarse con otros.
Por lo general, el acceso a los espacios verdes no requiere de una tarifa de entrada, ni la compra de ningún bien o servicio, y fundamentalmente se aprecian por su valor cultural, estético y físico entre las comunidades locales a lo largo del tiempo y tienen beneficios colaterales bien documentados para la salud física y mental, así como en el medio ambiente.
Abordar las disparidades en la disponibilidad de espacios verdes podría, por lo tanto, reforzar una amplia gama de imperativos sociales y, muy posiblemente, aumentaría la resiliencia a la soledad antes de las grandes conmociones sociales que puedan ocurrir.
De esta manera, se puede afirmar que la ecologización urbana puede reducir la soledad al ofrecer oportunidades de reconexión social, consuelo, y procesos de apoyo como el alivio del estrés.
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