Plan PIMA, una oportunidad para el impulso de la infraestructura verde en las entidades locales
El cambio climático es, sin duda alguna, un elemento significativo para tener en cuenta en la gestión de los espacios verdes urbanos. Su impacto es brutal en la naturaleza, y aumenta cuanto más tiempo permanecemos sin tomar conciencia global y abordarlo de forma drástica.
En este contexto, el Ministerio Para la Transición Ecológica y El Reto Demográfico del Gobierno de España, ha puesto en marcha el proyecto PIMA Cambio Climático. El objetivo de esta iniciativa es el de fomentar y apoyar la adaptación al cambio climático en el espacio urbano y periurbano, potenciando las sinergias entre las estrategias de adaptación y mitigación en la lucha frente al cambio climático.
El desarrollo de los proyectos beneficiarios del PIMA Cambio Climático serán las entidades locales y municipios con un tamaño inferior a 100.000 habitantes.
Sobre los proyectos elegibles, este plan se dirige a la realización de actuaciones piloto de carácter innovador, así como a redacción de proyectos e informes técnicos en las siguientes materias:
– Aplicación de soluciones basadas en la naturaleza orientadas a la prevención de riesgos asociados al cambio climático en espacios urbanos y periurbanos
– Intervenciones en espacios públicos orientadas a atenuar el efecto isla de calor urbana
– Promoción de medidas de reducción de la impermeabilidad del suelo, captación de aguas pluviales, creación de microclimas con láminas de agua, aplicación de soluciones bioclimáticas, sombreado natural de calles y plazas, etc.
– Incremento de la biodiversidad urbana y mejora de los hábitats para la vida silvestre: aumento de zonas verdes urbanas y mejora de hábitats, jardines verticales, cubiertas verdes, restauración o rehabilitación de zonas húmedas, hábitats para polinizadores incluyendo refugios para las especies nidificantes y presencia de vegetación adecuada en parques, jardines y alcorques, priorización de la conservación de hábitats existentes frente a la creación de nuevas zonas, instalación de comederos y cajas nido.
– Integración del cambio climático e infraestructura verde en la planificación y gestión urbanística e intervenciones en el espacio urbano
– Apertura de “refugios climáticos”, equipamientos que mantienen temperaturas apropiadas, abiertos al uso público en periodos de calor excesivo.
– Adaptación de edificios públicos para prevenir el exceso de calor y mejorar la eficiencia energética.
– Mejora de la infraestructura urbana verde y azul, con restauración de tramos urbanos de ríos, zonas inundables para hacer frente a las avenidas extremas.
– Mejora de la conectividad natural entre el medio urbano y periurbano, sistemas de drenaje urbano sostenible, etc.
– Diseño e implantación de Zonas de Bajas Emisiones en las que se aplican restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos para mejorar la calidad del aire y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero.
– Proyectos a escala de barrio que incidan sobre el metabolismo urbano, más resiliente y cercano a los procesos naturales, aprovechando el espacio público, espacios urbanos infrautilizados y equipamientos en desuso para integrar componentes de adaptación y mitigación del cambio climático.
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