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Madrid, Seúl y Boston, tres modelos de reconexión urbana a través de la infraestructura verde

Madrid, Seúl y Boston, tres modelos de reconexión urbana a través de la infraestructura verde

Estas ciudades han incluido elementos naturales que resuelven los problemas de aquellas áreas denigradas por corredores de asfalto y contribuyen así al bienestar social de los ciudadanos.

Madrid Río, el Rose Fitzgerald Kennedy Greenway de Boston y la recuperación del río Cheonggyecheon forman parte de un nuevo modelo de renaturalización del espacio público a través de actuaciones sostenibles en la trama urbana.

El cambio de hábitos de movilidad durante las últimas décadas del siglo XX trajo consigo el desarrollo de sistemas de infraestructuras en las ciudades que, con el paso del tiempo, originaron una serie de grietas en el paisaje urbano. Esta situación desfavorable para muchos de los vecinos y ciudadanos de barrios denigrados comenzó a encontrar respuestas en las corrientes de renaturalización y recuperación del espacio público por parte de administraciones públicas concienciadas y comprometidas con el bienestar social y la sostenibilidad.

En el artículo científico ‘De la grieta de asfalto a la costura verde: tres ejemplos de reconversión urbana’, las investigadoras de la Universidad Politécnica de Madrid Laura Sánchez Carrasco y Marta García Carbonero exponen cómo las ciudades de Madrid (España), Seúl (Corea del Sur) y Boston (Estados Unidos) han apostado por la inclusión de elementos naturales y simbólicos para crear paisajes urbanos que reconectan los barrios cercanos, refuerzan la identidad de la ciudad, mejoran la salud de la población y la orientan hacia un futuro más sostenible.

Diferentes soluciones con un propósito idéntico

La medida inicial en las tres ciudades fue reconducir el tráfico a través de nuevas infraestructuras que, a su vez, permitiesen devolver el espacio público natural para el uso y disfrute de la ciudadanía.

En Boston, apostaron por prolongar el trazado de las calles perpendiculares y dar continuidad entre el centro y la zona portuaria en un corredor de unos 60.000 metros cuadrados que recibió el nombre de Rose Fitzgerald Kennedy Greenway. Así, se estableció una conexión de tejidos naturales inmediata, aunque rompió la idea de parque continuo y longitudinal. En la actualidad, el impacto del tráfico todavía se percibe en determinados puntos de acceso a la Artería Central.

La solución en la ciudad norcoreana de Seúl consistió en mantener el parque en el nivel del cauce del río Cheonggyecheon con una ligera pendiente descendiente de oeste a este para distanciarlo progresivamente del ajetreo urbano. Para unir las dos orillas a lo largo de los 8,4 kilómetros de longitud de este espacio verde, se utilizaron puentes más numerosos y cercanos en el inicio del parque y más distanciados en la parte central y oriental. Entre los beneficios sociales y medioambientales de esta ‘costura verde’, también se halla la redistribución de más de 168.000 vehículos que circulaban a diario por la autopista de Cheonggyecheon.

Mientras, en la capital española se proyectó Madrid Río a través de un corredor verde continuo que acompaña al río Manzanares y desde el que se aprecia la ciudad en todo momento. A lo largo de 121 hectáreas, este espacio verde conecta diferentes áreas de la urbe madrileña, gracias a la suave topografía en sentido transversal, y desemboca en el Parque Lineal del Manzanares, dentro de una de las islas de la Red de Biodiversidad. Con esta actuación, se desvió parte del tráfico de la M-30 a una nueva vía, la Calle 30, que discurre bajo el parque.

En cada una de estas ciudades, las actuaciones lograron reconectar las partes urbanas anteriormente divididas. Para ello, en Madrid se introducen diseños paisajísticos específicos en cada zona, en Seúl se establece una gradación desde una sección de carácter urbano a un final de río con vegetación poco domesticada, y en Boston cada jardín utiliza la vegetación con un lenguaje propio.

Los vecinos de Madrid, Seúl y Boston recuperan mediante la renaturalización el espacio público y disfrutan de infraestructuras verdes que se han convertido en reclamos turísticos y orientan a las ciudades a un futuro más sostenible.

Más información en: https://digibug.ugr.es/bitstream/handle/10481/77942/42.%20Laura%20S%c3%a1nchez%20Carrasco_DIGIBUG.pdf?sequence=1&isAllowed=y

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