Los parques y jardines públicos contribuyen al cumplimiento de los ODS de Naciones Unidas
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 vinculados a la Salud y el Bienestar (3), las Ciudades y Comunidades Sostenibles (11) y la Vida de Ecosistemas Terrestres (15) están estrechamente ligados a las funciones que aportan los espacios verdes en las ciudades.
La incorporación de elementos de infraestructura verde al diseño urbano mejora la calidad de vida de los habitantes y genera beneficios medioambientales a través de los servicios ecosistémicos.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) recogidos en la Agenda 2030 aprobada por Naciones Unidas contemplan los parques y jardines públicos como elementos fundamentales a la hora de conseguir alcanzar algunas de las 169 metas de estos 17 ODS. Así, los beneficios de los espacios verdes contribuyen a la consecución de los fines de tres objetivos: el ODS 3, vinculado a la Salud y Bienestar; el ODS 11, relativo a Ciudades y Comunidades Sostenibles, y el ODS 15, que abarca la Vida de Ecosistemas Terrestres.
Lejos de la denominada “gentrificación verde”, que se recoge en el libro ‘Urban forests: a global perspective’, las ciudades deben apostar por tejer de infraestructura verde los espacios donde todos sus habitantes desarrollan su vida diaria, independientemente de su poder adquisitivo. Con estas actuaciones, se consigue lograr la igualdad y se contribuye a reducir de una manera similar aquellos problemas asociados a la falta de espacios públicos como parques y jardines. Y es que está comprobado que la existencia de zonas verdes en lugares cercanos a nuestras viviendas reduce el sedentarismo, que causa 32 millones de muertes al año según la Organización Mundial de la Salud, y mejora la calidad y la esperanza de vida.
Precisamente, la función ecosistémica que desarrollan los parques y jardines públicos cumple con una de las metas particulares del ODS 3, en concreto la que se refiere a la reducción sustancial del número de muertes y enfermedades producidas por productos químicos peligrosos y por la contaminación del aire, el agua y el suelo. En la actualidad, el 99% de la población mundial vive en lugares donde no se respetan las directrices de la OMS sobre calidad del aire, en un contexto donde los efectos combinados de la contaminación del aire se asocian a 6,7 millones de muertes prematuras cada año.
El segundo objetivo que guarda relación con la infraestructura verde es el ODS 11, referido a las Ciudades y Comunidades Sostenibles. En este ámbito, la ONU señala que la cantidad de población mundial que vivirá en ciudades en 2030 alcanzará el 60% y esta migración de personas hacia las zonas urbanas conlleva unas consecuencias que ya avanzamos al comienzo de este artículo: un número creciente de habitantes en barrios pobres, con infraestructuras y servicios inadecuados y sobrecargados.
Para dar solución a las problemáticas vinculadas al ODS 11, existen dos metas donde los espacios verdes juegan un papel crucial. La meta 11.3, que apuesta por aumentar la urbanización inclusiva y sostenible, así como la capacidad y planificación de los asentamientos humanos, y la meta 11.7, que pretende proporcionar acceso universal a las zonas verdes y los espacios públicos seguros, accesibles e inclusivos. De esta manera, la infraestructura verde inclusiva garantiza los mismos derechos a las mujeres, los niños, las personas de edad avanzada o con discapacidad.
Finalmente, el ODS 15 correspondiente a la Vida de Ecosistemas Terrestres advierte de la grave amenaza que para las personas supone la creciente tendencia a la pérdida de los bosques, la degradación del suelo y la extinción de las especies.Como evidencia científica, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) señaló que el 75 % de todas las enfermedades infecciosas nuevas en humanos son zoonóticas y que dichas enfermedades están estrechamente relacionadas con la salud de los ecosistemas.
Para cumplir con este objetivo de la Agenda 2030, la ONU considera esencial un cambio fundamental en la relación de la humanidad con la naturaleza. Además, ha de acompañarse de una rápida acción para abordar las principales causas de estas crisis interconectadas y un mejor reconocimiento del enorme valor de la naturaleza. Como metas específicas (15.5 y 15.8), el ODS 15 establece la adopción de medidas urgentes para detener la pérdida de la diversidad biológica, proteger las especies amenazadas y evitar su extinción, y prevenir la introducción de especies exóticas invasoras para reducir significativamente sus efectos en los ecosistemas terrestres.
En definitiva, los espacios verdes cumplen una función destacada en la salud y el bienestar de los ciudadanos, garantizan el desarrollo y mantenimiento de comunidades sostenibles y velan por la preservación de los ecosistemas terrestres.
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