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Los Jardines Históricos de España: valor patrimonial y requisitos para su conservación

Los Jardines Históricos de España: valor patrimonial y requisitos para su conservación

Seis jardines europeos catalogados como Patrimonio Mundial por la Unesco se encuentran en territorio español.

La Carta Internacional de Florencia establece que un jardín histórico es “una composición arquitectónica y vegetal” que tiene un “interés público”.

El paisaje urbano alberga espacios como los parques públicos donde la infraestructura verde es protagonista. También hay lugares donde la naturaleza se entrelaza con el patrimonio arquitectónico para dar vida en las ciudades a los jardines históricos. Sus características están contempladas por la UNESCO, que vela por su valor patrimonial.

La Carta Internacional de Florencia de 1981, adoptada por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS-IFLA) asociado con la UNESCO, incorpora los términos que definen un jardín histórico. “Se trata de una composición de arquitectura cuyo material es esencialmente vegetal”, recoge este documento, que también especifica los elementos presentes más comunes. Se trata del trazado y los perfiles del terreno; de las masas vegetales, con sus especies, volúmenes y juegos de colores, y de las aguas en movimiento o en reposo, como reflejo del cielo.

Además, la Ley de Patrimonio Histórico Español de 1985 recoge en uno de sus artículos la definición de “jardín histórico” como el “espacio delimitado, producto de la ordenación por el hombre de elementos naturales”. En ocasiones, puede estar “complementado con estructuras de fábrica” y su interés depende “de su origen o pasado histórico” o “de sus valores estéticos, sensoriales o botánicos”.

En Europa cerca de 40 jardines han sido catalogados como Patrimonio Mundial por la UNESCO. Italia y Alemania son los países con mayor número de este tipo de espacios verdes junto a España, que suma un total de seis.

Los Jardines del Generalife de Granada, los Jardines del Palacio Real de Aranjuez, El Palmeral de Elche, los Reales Alcázares de Sevilla y el Parque Güell con el conjunto artístico de Antonio Gaudí son jardines históricos que cumplen con los características de Patrimonio Mundial establecidas por la UNESCO. El último bien cultural en sumarse a esta lista en España fue, a mediados de 2021, el Buen Retiro de Madrid, como paisaje histórico urbano que también comprende el Paseo del Prado.

Cada uno de estos jardines presenta unos rasgos diferenciales respecto a su “composición arquitectónica y vegetal” que le dotan de un “interés público”, dos requisitos que contempla la Carta Internacional de Florencia de 1981 sobre los Jardines Históricos. Su papel en la historia de España, la presencia de elementos artísticos con un destacado valor patrimonial y el mantenimiento de especies vegetales de especial singularidad son características que reúnen, además, estos espacios.

En este ámbito, también se recogen más de un centenar de jardines históricos bajo la figura nacional de Bien de Interés Cultural entre más de 13.000 monumentos. Destacan algunos como los Jardines del Alcázar, en Córdoba, o los Jardines del Real, en Valencia.

La conservación de los jardines históricos

Garantizar la autenticidad de los jardines históricos es uno de los objetivos esenciales de la conservación de estos lugares. Para ello, han de estar inventariados, de tal manera que la alteración de los elementos de arquitectura, escultura y decoración solo ha de realizarse en la medida que lo requiera su restauración.

En esencia, la autenticidad de un jardín histórico responde a una cuestión de diseño y proporción de sus partes, de la composición ornamental y de la elección de los vegetales y materiales inorgánicos.

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