La Unión Europea pide a sus estados miembros que restauren todos sus ecosistemas para 2050
Durante estos seis primeros años, los países de la UE deben potenciar la biodiversidad de al menos el 20% de los espacios contemplados en la nueva ley de Restauración de la Naturaleza.
Aspectos como los espacios urbanos y la polinización, relacionados con la Infraestructura Verde, cobran especial relevancia en esta normativa europea.
El Parlamento Europeo aprobó el 27 de febrero la Ley de Restauración de la Naturaleza. La normativa pretende rehabilitar para 2030 al menos el 20% de las zonas terrestres y marinas de la Unión Europea y todos los ecosistemas degradados para 2050. La esencia de esta propuesta fue presentada en junio de 2022 por la Comisión Europea, que advierte de que el 80% de los hábitats del continente están en mal estado.
La Ley de Restauración de la Naturaleza prioriza la actuación sobre los espacios de la Red Natura 2000. Además, contempla acciones en distintos ámbitos, entre los que se encuentran las zonas urbanas. Precisamente, estos lugares sufren de manera especial las consecuencias de los comportamientos inadecuados del ser humano y también experimentan las consecuencias del cambio climático. Como detallamos en un anterior artículo, esta ley incluye la aplicación de soluciones basadas en la naturaleza y la integración de elementos de la infraestructura verde.
La aprobación final de la ley por parte del Parlamento Europeo, el 27 de febrero, ha dado lugar a un texto normativo en el que existen ámbitos específicos de regulación e intervención, como los espacios urbanos y la polinización. Sobre el primer asunto, se exige como mínimo la conservación de la superficie nacional total de espacios verdes urbanos y de cubierta arbórea en los municipios.
En cuanto a la polinizacion y la potencialidad de los servicios ecosistémicos, las conexiones entre plantas y polinizadores pueden generar comunidades más especializadas en este proceso de restauración.
Esta explicación científica está avalada por los estudios del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA, CSIC-UIB) y la Universidad Rey Juan Carlos. “La presencia de infraestructura verde en el paisaje circundante es un factor clave que influye tanto en la cantidad de servicio de polinización como en la composición de las especies de polinizadores”, comparte el investigador Carlos Lara Romero. En este sentido, “una reducción de infraestructura verde se traduce en unas redes de polinización más simples y menos robustas a futuras perturbaciones”, subraya Anna Traveset, investigadora del IMEDEA y coordinadora del estudio.
Otra de las actuaciones relevantes de la Ley de Restauración de la Naturaleza es la repoblación de los ecosistemas forestales. Esta actuación facilitará la existencia de una cubierta vegetal robusta para potenciar las aportaciones de estas zonas naturales a los ecosistemas. Para ello, esta normativa contempla la plantación de 3.000 millones de árboles más en el conjunto de los estados miembros.
Paso a paso, la Unión Europea ya camina hacia la restauración completa de los ecosistemas, con el horizonte de 2050 y con varios hitos intermedios que supondrán un estímulo para continuar avanzando a través de una ley que reconoce el valor y los beneficios de la naturaleza en nuestra vida diaria y para la sostenibilidad del planeta.
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