La contaminación en espacios verdes urbanos es similar a la de zonas naturales
Un estudio internacional donde participa la Universidad de Alicante demuestra que los contaminantes se dispersan a través de la lluvia, la eliminación de basura y el transporte aéreo.
Publicada en la revista ‘Nature Communications’, la investigación advierte de que la contaminación del suelo representa una de las principales amenazas para la salud y la sostenibilidad de los ecosistemas.
Los espacios verdes urbanos presentan una contaminación similar a la de las zonas naturales. Así lo demuestran los resultados de un estudio científico publicado en la revista ‘Nature Communications’ y que cuenta con la participación de alrededor de 40 investigadores internacionales, entre los que se encuentran académicos de la Universidad de Alicante.
El estudio titulado ‘Soil contamination in nearby natural areas mirrors that in urban greenspaces worldwide’ demuestra que contaminantes como los metales y los pesticidas se dispersan a través de la lluvia, la eliminación de basura y el transporte aéreo. En este sentido, “la influencia humana” y “los factores socioeconómicos explican “muchas formas de contaminación del suelo mundial”, apunta el artículo científico. Otros de los motivos que justifican la contaminación similar en espacios verdes urbanos y en zonas naturales son los cambios en los rasgos microbianos, con la aparición de patógenos y genes de resistencia a los antibióticos.
Los investigadores han analizado en este trabajo un total de 112 ecosistemas de los seis continentes entre áreas urbanas y espacios naturales, a partes iguales. La evaluación se ha realizado a escala intercontinental tomando como referencia patrones y respuestas biológicas asociadas con los contaminantes del suelo. Los resultados obtenidos recogen un avance destacado de los contaminantes, que llegan hasta la Antártida por el agua y el aire en forma de microplásticos, contaminantes de origen humano. Su procedencia corresponde a las estaciones de investigación y lugares turísticos, ambos lugares con presencia de personas.
Otra de las evidencias de este estudio es la asociación positiva entre la densidad de población y los niveles de microplásticos, lo que demuestra la contribución del ser humano a la contaminación del suelo, independientemente de si se trata de un espacio urbano o un ecosistema natural.
Ante esta situación, los expertos disponen de estudios que analizan como abordar el problema de los pesticidas y corregir el impacto de los contaminantes en la biodiversidad. Técnicas como la fitorremediación permiten remediar el suelo y el agua contaminadas por metales pesados de una forma ecológica, rentable y permanente.
Más información en https://www.nature.com/articles/s41467-023-37428-6
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