La biodiversidad espontánea, un fenómeno con mayor interés en el sector
En los tiempos en que vivimos hoy en día, nadie es ajeno a las transformaciones que el cambio climático está produciendo en nuestras ciudades, y cómo debemos, de forma individual, cuidar de nuestra naturaleza urbana.
La diversidad biológica se encuentra en un momento delicado, por lo que muy importante proteger, cuidar y fomentar la biodiversidad como núcleo central de muchos proyectos de gestión del verde. Compromisos que deben tomar todos las empresas, países y órganos de administración encargados de limitar las consecuencias del cambio climático y de evolucionar la infraestructura verde hacia unas ciudades resilientes y sostenibles.
Para lograr estos objetivos es necesario contar con un respaldo científico, un camino en el que la comunidad avanza a través de numerosos estudios a lo largo de los años. Uno de ellos es el que ha presentado Science Direct, que compara tanto la biodiversidad evaluada como la percibida en relación con la vegetación espontánea presente en espacios verdes informales, generados a partir de solares abandonados.
Los hallazgos sugieren que la diversidad biológica percibida por los ciudadanos no está significativamente correlacionada con la diversidad biológica medida, y que esta percepción puede verse afectada por limitaciones en la representación visual y otros factores.
Los resultados de este análisis sugieren que los paisajes urbanos sin mantenimiento son vistos con un considerable sentimiento negativo entre la ciudadanía. El documento también comenta algunas de las políticas destinadas a favorecer intervenciones de mantenimiento de “naturalización intencionada” que equilibre los valores ecológicos y antropocéntricos en un contexto de decrecientes presupuestos municipales para el mantenimiento de espacios verdes.
En relación con este tema, las socias de la AEPJP, Puy Alonso y Lorena Escuer, publicaron en 2020 los resultados de una encuesta sobre la percepción de la gestión herbáceas. En ella registraron algunas de las opiniones y reacciones de la ciudadanía ante la presencia de todo tipo de plantas espontáneas en el entorno urbano después del confinamiento en sus viviendas, con una escasa o nula interacción con el espacio público.
Como se puede comprobar, todavía queda mucho camino por recorrer, tanto en el fomento de la participación ciudadana en el cuidado de la biodiversidad, como en el impulso de políticas que favorezcan la sostenibilidad medioambiental.