La atracción de los polinizadores hacia las flores, afectada por la contaminación atmosférica
Una investigación desarrollada por investigadores de la Universidad de Washington advierte de que la capacidad de polinización de los animales se ve alterada de manera negativamente por oxidantes potenciados debido a la acción del hombre.
Los resultados de este estudio, publicado en la revista ‘Science’, fueron obtenidos a través de pruebas que revelan un descenso en el comportamiento polinizador de las polillas durante la noche.
Las flores juegan un papel destacado en la sostenibilidad del planeta, al igual que lo hacen las especies animales que se ocupan de la polinización, un proceso que permite la aparición de nuevos frutos y semillas. Flores y polinizadores tejen una cadena que garantiza la supervivencia de ambas especies de una manera recíproca. Este escenario vital se ve alterado por la contaminación atmosférica, una problemática que viene afectando al medio ambiente desde hace décadas, y sobre la que contamos, en la actualidad, con más información gracias al trabajo de la ciencia.
Recientemente, la revista científica ‘Science’ ha publicado una investigación desarrollada por investigadores del Departamento de Biología de la Universidad de Washington que advierte de que la capacidad de polinización de los animales se ve alterada de manera negativa por la acción contaminante del hombre, a la que define como “contaminación antropogénica”. En concreto, el estudio liderado por J.K. Chan se refiere a los oxidantes mejorados como el ozono (O3) y los radicales nitrato (NO3), que alterados por la acción del ser humano, contribuyen a degradar de manera rápida los aromas florales.
En esta situación, donde las flores sufren la contaminación de estos oxidantes potenciados de manera antropogénica, se produce una reducción potencial de la atracción de los polinizadores a las flores. Esta evidencia está demostrada por un estudio de campo en el estudio de Washington, donde los investigadores realizaron un seguimiento de la polinización nocturna por parte de la polilla halcón de la onagra, también conocida como ‘oenothera pallida’, una planta de jardín muy popular que libera un fuerte aroma floral. Los resultados, compartidos en un artículo de la Agencia SINC, reflejan una caída del 70% en las visitas a las flores por parte de estos insectos. Unos seres vivos que, al igual que ocurre con otros polinizadores que están desapareciendo progresivamente, destacan por su habilidad para percibir los aromas a distancias considerables, y también por su capacidad para volar distancias superiores a los 40 kilómetros en una sola noche.
La respuesta científica a este descenso en la polinización de las flores se halla en la disminución de concentración de monoterpenos, componentes de las esencias volátiles de las flores, y que se produce en mayor medida por la acción de los radicales nitrato. Una consecuencia que también ha sido comprobada por los investigadores de la Universidad de Washington a través de estudios desarrollados en túneles de viento.
Los efectos adversos en la polinización de las flores por la contaminación antropogénica trae consigo unas reducciones en el cuajado de los frutos y la aptitud de las flores. Ante este escenario, la Infraestructura Verde cumple una función primordial para preservar el correcto funcionamiento de los ecosistemas, que garantice la relación natural entre plantas y especies polinizadoras, a través del desarrollo de elementos en el paisaje urbano que potencien la movilidad sostenible y se encaminen a la reducción de la huella ecológica.
Leer más en https://www.science.org/doi/10.1126/science.adi0858
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