Judicializar las medidas de planificación urbana puede tener un coste para la salud
Alrededor de 5.000 casos de enfermedades cada año están relacionados con la planificación urbana y el transporte en Barcelona.
Los intereses comerciales y económicos obstaculizan la evolución hacia nuevos modelos urbanos que priman las supermanzanas, el aumento de los espacios verdes y un transporte público que favorezca la sostenibilidad.
Los recientes esfuerzos de algunos ayuntamientos para mejorar la ciudad por medio de nuevas iniciativas urbanas de reverdecimiento del espacio público y de transporte público comprometido con la sostenibilidad han encontrado una resistencia considerable. Existen una serie de procesos judiciales que han intentado retrasar las medidas, motivados principalmente por argumentos económicos, y que conllevan un coste para la salud.
En la ciudad de Barcelona, por ejemplo, se registran cada año cerca de 3.000 muertes prematuras (suponen un 20% del total de muertes) relacionadas con la exposición al espacio público y el transporte. También se incluyen en estas estadísticas alrededor de 5.000 casos de enfermedades, en una ciudad donde el 60% del espacio público está dedicado a vías y aparcamientos, aunque solo uno de cada cuatro desplazamientos se realiza en coche, como comparte ISGlobal en un artículo elaborado por el investigador Mark J. Nieuwenhuijsen.
Viendo los impactos positivos en la salud y la economía de la planificación verde, ¿por qué existe tanta resistencia a los cambios propuestos?
En la actualidad, el modelo obsoleto de planificación urbana de muchas ciudades sobrestima los beneficios económicos para el comercio y subestima los costes para la salud física y mental de los ciudadanos. En este escenario, fenómenos como el auge del comercio electrónico, que aumentan el tráfico de vehículos y provocan el cierre de negocios locales, representan un hándicap al desarrollo de nuevos paradigmas de diseño urbanístico que apuestan por la sostenibilidad y la mayor presencia de espacios verdes.
El modelo de las supermanzanas
Ante esta situación, las administraciones apuestan por el modelo de supermanzanas, que contempla espacios públicos de convivencia, nuevas zonas verdes y galerías comerciales que hacen atractivo el comercio de proximidad, frente a diseños antiguos que reservaban el espacio para vehículos individuales. De manera complementaria a estas supermanzanas, algunas urbes están desarrollando el paradigma de “la ciudad de los 15 minutos” a través de una mejora de la conectividad mediante un transporte público más rápido y cómodo.
Otras de las medidas asociadas a este nuevo modelo de planificación urbana son la extensión de la red pública de bicicletas, el desarrollo de nuevas líneas de tranvía, la implantación de zonas de bajas emisiones y la pacificación de entornos residenciales y escolares.
Los beneficios de las supermanzanas están avalados por un estudio de evaluación del impacto en la salud, que reflejan que la implementación de 500 supermanzanas en Barcelona podría evitar 700 muertes prematuras al año.
Caminar tiene un beneficio de 66.000 millones de euros al año en la Unión Europea
Como se abordaba al inicio de este artículo, las administraciones deben poner el foco en el impacto del transporte en coches y medios individuales con una elevada contaminación. En este sentido, existe un estudio de la revista Science que cuantifica que cada kilómetro recorrido por un coche tiene un coste externo de 0,11 euros, mientras que los desplazamientos en bicicleta y a pie representan beneficios de 0,18 euros y 0,37 euros por kilómetro, respectivamente.
Si los datos se aplican al total de kilómetros recorridos en la Unión Europa, el coste de ir en coche es de unos 500.000 millones de euros al año, mientras que el ciclismo tiene beneficios de 24.000 millones de euros al año y caminar, 66.000 millones de euros al año, cifras vinculadas a un impacto positivo en la salud de las personas.
Otros estudios como el realizado por la revista científica Nature demuestran que existe una correlación ente la naturaleza urbana y los efectos positivos en la salud mental: “Una mayor densidad de árboles en la calle en un radio de 100 metros alrededor de la casa se asocia con menos prescripciones de antidepresivos”.
También están presentes los beneficios de los nuevos modelos de planificación urbana en documentos como la guía para incorporar la salud en la planificación territorial, elaborada por la OMS y ONU Habitat, la agencia de las Naciones Unidas, y la Estrategia Nacional de Infraestructura Verde y de la Conectividad y Restauración Ecológicas.
En definitiva, el retraso en la implementación de nuevos modelos de planificación urbana alineados con la sostenibilidad y con el aumento de los espacios verdes conduce a enfermedades innecesarias y muertes, con un coste de salud que debe atenderse antes de las consecuencias económicas que pudieran estar detrás del cambio en los espacios de las ciudades.
El conocimiento,
da sus frutos
RECIBE NUESTRA
NEWSLETTER