Innovación en los refugios climáticos: adaptarse al aumento de temperaturas en verano y potenciar la biodiversidad
El diseño de las ciudades a través de la planificación urbana debe configurar una red de espacios renaturalizados que reduzcan el estrés térmico y mitiguen los efectos del cambio climático.
Estos refugios han de promover la biodiversidad y el fomento de la sostenibilidad para garantizar el hábitat de las especies vegetales y animales que prestan servicios ecosistémicos en la trama urbana.
El incremento de las temperaturas por el cambio climático ha generado una serie de necesidades para los responsables del diseño de las ciudades mediante la planificación urbana. Una de ellas es la mitigación del estrés térmico que sufren los ciudadanos. Para alcanzar este objetivo, profesionales en el ámbito de la infraestructura verde desarrollan desde hace años refugios climáticos.
Se trata de un elemento integrado en la trama urbana y que da respuesta a las islas de calor urbano, cada vez más presentes en las ciudades. Aunque pueden existir refugios climáticos en el interior de edificios públicos como bibliotecas, centros cívicos o gimnasios, en este artículo nos centraremos en aquellos que se encuentran al aire libre. Los parques y jardines, los espacios centrales de las supermanzanas de viviendas o los patios de los colegios figuran entre los espacios con mayor presencia de estos refugios.
El proyecto Climate Shelter del Ayuntamiento de Barcelona es una de las iniciativas referentes en materia de urbanismo climático. La configuración de una red de refugios a escala de barrio representa una de las principales características de este modelo de mitigación del estrés térmico, que pretende expandir el uso de este recurso público a la mayoría de personas que habitan o visitan la ciudad catalana. Asimismo, precisa los principales requisitos que ha de cumplir un refugio climático que se encuentra en un espacio público exterior: una presencia elevada de infraestructura verde, más de 0,5 hectáreas de superficie, y acceso a agua potable y zonas de estancia y descanso.
De refugios climáticos a bioclimáticos
La evolución de los refugios climáticos es una de las tendencias de los últimos años en el ámbito de la planificación urbana. Además de reducir el estrés térmico, los profesionales del diseño de espacios públicos y la infraestructura verde han avanzado hacia escenarios que potencian la biodiversidad, lo que ha dado lugar a nuevos modelos como los refugios bioclimáticos.
Esta “conectividad ecológica” en la trama urbana, como explican desde la consultora española Paisaje Transversal, está “generando nuevas condiciones” que estimulan el funcionamiento de los servicios ecosistémicos y “la consideración integral de las zonas urbanas como parte del territorio”. Entre los proyectos desarrollados por esta consultora española, destaca la Red de refugios bioclimáticos para el municipio de Malgrat de Mar, que valora la accesibilidad, la planificación en el ámbito medioambiental y la conectividad de los espacios, entre otros aspectos.
Otra de las actuaciones recientes en el ámbito de los refugios bioclimáticos es la instalación en la ciudad británica de Derby de tejados verdes en alrededor de 90 marquesinas de autobús. Con la incorporación de estas superficies ajardinadas en la parte superior de la estructura, se ha logrado reducir el estrés térmico al tiempo que se garantiza el hábitat de especies polinizadoras como abejas y mariposas.
El desarrollo inicial de los refugios climáticos y el progreso hacia nuevos modelos que integran aspectos biológicos garantizan el confort térmico de los ciudadanos y una correcta prestación de los servicios ecosistémicos por parte de las especies vegetales y animales. Y es que ofrecer una protección especial a todos los seres vivos equivale a promover la sostenibilidad del medio ambiente.
El conocimiento,
da sus frutos
RECIBE NUESTRA
NEWSLETTER