El impacto de los espacios verdes en la salud: los jardines terapéuticos
La naturaleza urbana es clave en el desarrollo de una ciudad, no en vano, el impacto de los entornos saludables es importante para nuestra salud mental y física. Diversos estudios han analizado la relación entre la cantidad de espacios verdes en el entorno de un individuo y la prevalencia de diagnósticos de enfermedades cardiovasculares, respiratorias e intestinales, junto con problemas de salud mental.
Varias de estas enfermedades reducen su incidencia de manera significativa en entornos con más espacios verdes. Unos hallazgos que muestran que el acceso a estas zonas no sólo puede aliviar y ayudar a la percepción de salud, si no también afectar condiciones médicas específicas.
Una de las investigaciones que se realizaron fue la dirigida por la OMS, la cual publicó un resumen sobre este impacto en el que comentaban lo siguiente: “Las experiencias locales y la práctica urbana sugieren que la planificación multidisciplinaria, las colaboraciones intersectoriales y la participación de la comunidad en el proceso de planificación son esenciales para garantizar que las intervenciones en espacios verdes urbanos presentan una variedad de oportunidades funcionales que atraen a diferentes grupos de población. Las intervenciones en espacios verdes urbanos parecen ser más efectivas cuando se combina una mejora en el diseño con un elemento de compromiso / participación social para promover los espacios verdes y así llegar a nuevos grupos objetivos”.
En este nuevo contexto se encuadran los jardines terapéuticos. Espacios seguros con actividades para el envejecimiento activo, y especialmente para terapias dirigidas a promocionar la autonomía personal, manteniendo y reforzando las capacidades cognitivas.
EL JARDÍN TERAPÉUTICO
El diseño de los parques tiene que permitir que los mayores pueden utilizar los espacios verdes de una forma segura y funcional. El Jardín Terapéutico Palmlöf está diseñando además para ofrecer servicios de envejecimiento activo para una mejora de calidad de la vida para personas mayores.
Pero esto que conviene a nuestros mayores también conviene a otros dado que ha demostrado ser un entorno muy positivo en situaciones de estrés extremo, sufrimiento psicológico y para la depresión, situaciones posibles en todas las edades. Según el lugar socioeconómico dónde se establece el jardín terapéutico, éste puede extenderse a múltiples usos, además de ser un disfrute y ayuda para las personas mayores: Puede ser un punto de integración para actividades intergeneracionales, un punto de relajación para jóvenes y niños con conductas diferentes, un espacio de estimulación para asociaciones de discapacidad etc. Esta flexibilidad hace el recurso altamente rentable y interesante para los ayuntamientos.
Texto basado en la información de la revista PARJAP edición Invierno 2020.
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