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¿Gastamos demasiado en conservación de zonas verdes?

portada gastamos demasiado en conservacion de zonas verdes

Uno de los más molestos y desagradables habitantes de los espacios verdes es la colilla, el ubicuo desecho que cubre las superficies de las calles y playas españolas.

Recoger las colillas de la vía pública y de las playas es una tarea difícil y laboriosa puesto que los servicios de limpieza viaria no tienen métodos adecuados para ello, y los costes más elevados se dan en los municipios costeros, donde las colillas tienden a acumularse.

Algunas fuentes indican que las colillas representan ya un 30% de los desechos mundiales, e implican un riesgo medioambiental alto al ir a parar a ríos o canales sin ningún tipo depuración. Se calcula que una colilla de cigarrillo contiene más de centenares de sustancias contaminantes, o que pueden reaccionar con otros compuestos del medio para producir contaminantes. De hecho, se calcula que cada colilla puede contaminar hasta diez litros de agua.

La UE plantea eliminar las fabricadas con plástico en una década, ya que su difícil reciclaje y recolección hacen de ellas un problema que aumenta cada día.

Un estudio de la fundación Rezero, dedicada a la prevención de residuos y el consumo Responsable, indica que la recogida de colillas cuesta entre 12 y 21 euros por persona cada año en Cataluña. A estos costes hay que añadir, entre otros, los derivados de la limpieza de alcantarillado y las plantas de tratamiento de agua, donde también se acumulan.

Este coste de recogida de las colillas y su gestión es asumido íntegramente por las administraciones públicas, pese a que, en sentido estricto, la responsabilidad de este desecho es del productor y del fumador. No obstante, el coste económico y ambiental de la omnipresencia de la contaminante colilla parece pasar desapercibido, hasta el punto de que realmente no se cuestiona la responsabilidad de empresas tabacaleras y fumadores en este tema.

Por contraste, el coste de conservación de los espacios verdes y la necesidad de ahorrar y realizar ajustes en su mantenimiento surge de forma recurrente, con total normalidad en diversos foros. Lo sorprendente es que el coste medio de mantener el verde urbano solo es unos euros más caro que el coste de la limpieza de las colillas.

Esta información se puede comprobar gracias al estudio “Análisis de la Conservación de la Infraestructura Verde Urbana en España 2015”, elaborado en 2015, por la Comisión de Gestión y Calidad de la Asociación Española de Parques y Jardines (AEPJP), con la colaboración de la FEMP y de la Asociación Española de Empresas de Parques y Jardines (ASEJA).

El estudio se realizó con el objetivo de conocer y analizar los modelos de gestión de la infraestructura verde urbana, así como sus principales magnitudes, presupuestos y recursos humanos dedicados a la conservación de dicha infraestructura. Coordinado por Xavier Hernández, y con la colaboración de Carlos Domínguez, Roger Junqueras y Miguel Padrón, junto con Pablo Higueras y Gustavo Marina, como representantes de ASEJA, el resultado final aportó un conjunto de datos comparados de utilidad para los equipos directivos y técnicos de las unidades administrativas de parques y jardines así como para los profesionales del sector.

Uno de los datos que arroja este estudio es que el coste promedio de la conservación de los espacios verdes por habitante es de 26,8€ al año. Algunas como Madrid dedican unos 40 € por habitante y año a la conservación de sus espacios verdes, mientras Barcelona dedica 35 €, por el mismo concepto. Muchas ciudades incluyen el servicio de limpieza dentro de los costes de conservación, pero otras no.

El estudio demostró una enorme variabilidad en ratios de inversión en espacios verdes en distintos municipios, con ciudades como Getafe, Estepona y Ciudad Real liderando la inversión en la calidad de sus espacios verdes; pero también mostró que en varios de los ayuntamientos estudiados la inversión en conservación de la infraestructura verde a duras penas exceden el coste de limpieza de colillas.

A pesar de esto, el mantra de que la conservación de los espacios debe ser más barata y eficiente se escucha con frecuencia, como si se tratara de un lujo que la sociedad no se puede permitir. Cuando la diferencia entre recoger un residuo y mantener un jardín histórico es tan solo de unos pocos euros, es preciso replantear los parámetros del debate sobre la inversión en el sector.

Los responsables públicos deben decidir si ha llegado el momento de poner coto al lanzamiento de colillas en espacios públicos, pero también parece un buen momento para preguntar si el mantenimiento de los espacios verdes realmente debe ser tan barato como la recogida de estos desagradables residuos.

 

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Esta entrada tiene 2 comentarios
  1. hola,
    ¿entendemos entonces que no ha habido un estudio posterior al del 2015?
    ¿ni una revisión del método de encuestas? ¿nada?

    1. Hola, gracias por tu comentario. El estudio se presentó en junio de 2017 después de un año y medio de trabajo recopilando los datos consolidados de 2015 de 54 municipios durante el 2016 a su posterior redacción. Este trabajo supuso un importante esfuerzo de recursos y tiempo por parte de todas las entidades implicadas. Puedes ampliar información aquí: https://www.aepjp.es/presentado-estudio-analisis-conservacion-infraestructura-verde-urbana/

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