Evaluación del lugar y el suelo (I)
Antes de empezar a planificar y a plantar, es importante saber lo máximo posible sobre las condiciones predominantes en el jardín. Hay que fijarse en el entorno y en el clima locales, en la topografía y en las condiciones del suelo, porque estos factores determinarán la elección de las plantas. La orientación influye en la distribución del sol y sombra, y cada tipo de suelo contiene distintas cantidades de humedad y nutrientes.
Orientación y exposición
Determinar la proporción de sol y sombra en el jardín es fundamental para hacer una selección adecuada de las plantas. Algunas plantas prefieren mucho sol, mientras que otras necesitan sombra para prosperar. Se puede usar una brújula para averiguar la orientación de cada zona. Las que dan al sur tendrán sol casi todo el día y las que dan al norte tendrían más sombra. Las zonas orientadas al este tienen sol por la mañana y sombra por la tarde; y las orientadas al oeste, al revés.
Los patrones de sol y sombra cambian a lo largo del día, y un jardín que esté a pleno sol a mediodía puede tener zonas de sombra por la mañana y por la tarde. Por esta razón, conviene estudiar el jardín en un día soleado y tomar nota del movimiento de las sombras. También hay que recordar que las estaciones influyen en la cantidad de luz solar. Por ejemplo, una zona que esté al sol en verano puede estar a la sombra durante todo el invierno, lo que afectará a las plantas de hoja perenne, que necesitan sol para prosperar.
Sea cual sea la cantidad de sol que reciba el jardín, hay muchas plantas que prosperarán en esas condiciones. Además de plantas de sol o de sombra, hay otras que profieren un poco de cada.
Evaluación del microclima
Las variaciones en las condiciones de las diferentes partes de un jardín se consideren microclimas y pueden incluir zonas de escarcha al pie de una cuesta, puntos calientes y abrigados junto a una pared, bolsas de turbulencias y zonas expuestas. Lejos de limitar la elección de plantas, los microclimas permiten cultivar una mayor variedad, por lo que hay que fijarse en la temperatura, el nivel de agua y la circulación del viento en el jardín.