¿Están relacionadas la calidad del sueño y la cantidad de árboles de una ciudad?

Un estudio de Astell-Burt y Feng del año 2020, indica que una exposición a una mayor biodiversidad, paisajes sonoros naturales, mejora de las islas de calor, mejora la calidad del sueño.

 

Un trabajo liderado por Astell-Burt y Feng, y publicado en 2020 disponible en el portal Science Direct, relaciona la duración del sueño con la presencia de espacios verdes en entornos urbanos, examinando la relación de la presencia de infraestructura verde y la prevalencia e incidencia de los casos de sueño insuficiente.

Se trata de un estudio longitudinal que examina las probabilidades de sueño insuficiente en relación con los indicadores de espacio verde total, dosel arbóreo, superficies de césped y otros estratos de vegetación baja.

Para esto, se analizó la presencia de espacios verdes dentro de un radio de distancia de 1,6 km y de la calidad del sueño de 38.982 participantes que viven en varias ciudades australianas. Las personas con más espacio verde total presentaban menos probabilidades de manifestar una peor calidad del sueño. Además, se manifestó que las probabilidades de padecer problemas de sueño fueron menores entre los participantes con más copas de árboles en sus proximidades.

Sin embargo, no se encontraron asociaciones estadísticamente significativas entre problemas de sueño con el espacio verde total de las ciudades, de manera que, la identificación de la copa de los árboles, en lugar de cualquier espacio verde como tal, se muestra como un factor potencialmente importante para promover una duración del sueño más saludable.

Esto apunta a que la exposición a una mayor biodiversidad, paisajes sonoros naturales, mejora de las islas del calor, genera menos angustia psicológica e incrementa la satisfacción de aquellos ciudadanos que viven en entornos naturales con una vegetación más compleja.

Así, este estudio concluye que es importante recomendar, a todos los equipos de gestión de espacios verdes urbanos, dar mayor prioridad a la restauración y protección de las copas de los árboles urbanos, de manera que se promueva la prevención de problemas de sueño, especialmente en adultos de mediana a mayor edad.