Espacios abiertos y familiares, participación ciudadana y otras medidas para garantizar la inclusión de las mujeres y chicas adolescentes en los parques públicos
Un estudio impulsado por el Ayuntamiento de Yorkshire del Este y realizado por la Universidad de Leeds aporta medidas prácticas para que los espacios verdes sean lugares de uso y disfrute para las mujeres.
El documento comprende diez áreas de actuación, como la promoción del espacio, la señalética, el sentimiento de pertenencia y las relaciones entre usuarios, y cuenta con otra decena de parques que son referentes en la inclusión del público femenino.
El menor uso de los parques públicos por parte de las mujeres es una evidencia que ya hemos abordado en anteriores artículos. Detrás de esta estadística, existen diferentes motivos, como la conciliación, la seguridad, el sentimiento de pertenencia o el propio diseño. Con el objetivo de garantizar la inclusión en los espacios de infraestructura verde, el Condado de Yorkshire del Oeste, en Reino Unido, impulsó un estudio realizado a través de la Universidad de Leeds, que establece diez áreas de actuación para crear parques acogedores e incorpora diferentes medidas prácticas para convertir estos lugares en zonas de uso y disfrute, especialmente para el público femenino.
Este estudio, de uso menor en el contexto geográfico de España, responde a la necesidad de potenciar en Yorkshire la utilización de los parques por parte de las mujeres, tras conocer los motivos por los que no frecuentan estos espacios y que son aplicables a la gran mayoría de ciudades de países occidentales. En este sentido, la guía que analizamos a continuación es un marco de referencia para todas las entidades e instituciones públicas que trabajan en mejorar la inclusión en los espacios verdes.
Con el objetivo de aportar soluciones prácticas, el documento reúne en torno a tres ejes las áreas de actuación para conseguir parques más inclusivos. De esta manera, existe una categoría denominada ‘Eyes on the park’, que incluye los aspectos de negocio, promoción del espacio verde y gestión, otra vinculada al reconocimiento o ‘Awareness’, que comprende los temas de visibilidad, iluminación, señalética y recorrido, y la categoría de ‘Inclusión’, donde se aborda el sentimiento de pertenencia, la imagen, la localización del parque, el diseño participativo y las relaciones entre usuarias.
La guía ofrece ejemplos a través de diseños gráficos de soluciones para fomentar la inclusión en los parques y jardines públicos. Entre las propuestas destacadas, figuran las siguientes:
- Involucrar a grupos locales y escolares a utilizar el parque como un espacio de relación y familiar
- Generar nuevos espacios abiertos y mantener diferentes accesos cerca de las vías públicas
- Realizar un mantenimiento adecuado de las zonas vegetales para garantizar la visibilidad y la correcta iluminación
- Informar de los horarios en los que el parque está abierto y cuenta con personal
- Disponer de un mapa del parque con los puntos centrales y las entradas, y garantizar el acceso a una web con información actualizada desde una perspectiva de género
- Incorporar en diferentes espacios zonas diseñadas para facilitar la integración de las mujeres, las adolescentes y las niñas, e incluir símbolos de referentes femeninos para fomentar la igualdad
- Propiciar espacios de creación cultural y de ocio que respondan a los intereses del público femenino
Además, el documento recoge una lista de diez escenarios que suponen un paradigma en la introducción de medidas y actuaciones para favorecer la inclusión de las mujeres y las niñas. Así, la ciudad austriaca de Viena introdujo en sus parques una serie de políticas de igualdad de género para evitar la exclusión del público femenino y, para ello, diseñó áreas de descanso y nuevos espacios para restar protagonismo a las canchas de fútbol y baloncesto donde la mayoría de usuarios eran chicos.
También se encuentra en esta lista la ciudad de Umea, al norte de Suecia, que ya en 1978 introdujo políticas de género en las iniciativas de las administraciones locales. De esta manera, surgió ‘Frizon’ en Arstidernas Park, una zona que fue diseñada por un grupo de chicas adolescentes junto a un grupo de arquitectos y artistas para dotar a este espacio verde de una instalación que respondiera a sus necesidades. Surgió así un lugar frecuentado, que goza de una excelente visibilidad y conexión con los caminos, además de estar dotado de conexión a internet y aseos públicos.
Destacan también en esta guía otros espacios como los parques de la ciudad británica de Bradford y su programa JUMP (Join Us Move Play) para las chicas adolescentes, el espacio Thorncliffe Park de Toronto (Estados Unidos) gestionado por un comité de mujeres, o la iniciativa EMPOWER, desarrollada en la ciudad de Wakefield por el Condado de Yorkshire del Oeste, para mejorar la salud mental y física de las mujeres a través de actividades en el parque, percibido gracias a esta actividad como un lugar seguro y confortable.
La puesta en marcha de políticas de rediseño y apertura de espacios en los parques públicos, la realización de actividades deportivas, culturales y de ocio, y el fomento de una comunidad en torno a los espacios verdes favorecen la inclusión y el uso de estos lugares por parte de las mujeres y las chicas.
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