El papel de los huertos urbanos en la recuperación de espacios abandonados
Málaga apuesta desde hace varias décadas por esta práctica agrícola que aporta una nueva identidad a diferentes lugares de la ciudad y cumple una función social entre los habitantes.
Esta iniciativa contribuye al desarrollo personal de los usuarios, la economía familiar y la sostenibilidad de las ciudades, objetivo principal de la Agenda 2030.
Los huertos urbanos de Málaga cumplen un papel en la recuperación de espacios abandonados de la ciudad andaluza. Esta práctica se encuentra, además, alineada con la sostenibilidad del medio ambiente y, en concreto, de la trama verde y de los recursos existentes.
Málaga cuenta, en la actualidad, con un total de 19 huertos urbanos inventariados, como recoge el artículo científico ‘Los huertos urbanos como estrategia de transición urbana hacia la sostenibilidad en la ciudad de Málaga’, obra de Remedios Larrubia, Juan José Natera y David Carruana, del Departamento de Geografía de la Universidad de Málaga.
Los huertos urbanos permiten, además, introducir la alimentación en las agendas políticas de las ciudades, como contempla el Pacto de Milán. Además del aspecto productivo, cumplen una función social para distintos grupos de población y los resultados ponen de manifiesto los beneficios que aportan al desarrollo personal de los usuarios, a la economía familiar y al entorno urbano.
La agricultura urbana en ciudades de países desarrollados logra la inserción de la naturaleza
El término de agricultura urbana y periurbana fue propuesto por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) para referirse a una actividad que tradicionalmente se ha vinculado a los países pobres como estrategia de seguridad alimentaria y de desarrollo justo y sostenible. Mientras, en los países desarrollados la agricultura urbana ha pasado de ser una práctica necesaria para la subsistencia, de tener un valor recreativo en la década de los 70 del siglo XX, a adquirir en la actualidad el objetivo de hacer más sostenibles las ciudades y lograr la inserción de la naturaleza en ellas.
En la actualidad, las ciudades experimentan dos procesos simultáneos y contradictorios que se desarrollan en relación con la agricultura: la pérdida continuada de suelos fértiles en la periferia de las ciudades de la mano de la expansión urbana planificada, y la recuperación y creación de huertas dentro de la trama urbana. Este último fenómeno, aparte de fomentar hábitos alimenticios más saludables y producir las propias hortalizas a un coste inferior al del mercado, supone además una nueva forma de entender, valorar y respetar la naturaleza, de aumentar las zonas verdes en las ciudades y reducir la huella de carbono.
El caso de Málaga y los huertos urbanos
La presencia de casas con huertos urbanos era frecuente en la ciudad de Málaga antes de la etapa precapitalista. Tras las décadas de crecimiento urbanístico, recientemente se ha mostrado interés por integrar la agricultura en la planificación urbanística, como medida para contribuir a la sostenibilidad, y la superficie total ocupada por solares para estos espacios agrícolas en la ciudad malacitana asciende a 133.275 metros cuadrados, con más del 40 % cultivada.
Hasta el momento actual, los investigadores académicos han podido catalogar 19 huertos urbanos en la ciudad de Málaga. distribuidos en ocho de los once distritos que conforman la ciudad, tanto en el tejido más denso y tradicional de la ciudad como en la periferia urbana y el área periurbana. De esta manera, estos espacios agrícolas se sitúan en lugares con características urbanísticas y sociodemográficas muy variables, pudiéndose encontrar desde barrios tradicionales a barrios de reciente edificación con tipología de bloques abiertos, amplios bulevares y zonas verdes, o de ciudad dormitorio con viviendas unifamiliares aisladas.
Entre todos las iniciáticas de huertos urbanos en la ciudad andaluza, destacan dos proyectos de gran envergadura: el ‘Proyecto de Islas y Sendas Verdes’ y la creación de un huerto urbano y un parque frutal en el Campus Universitario de Teatinos y su ampliación para uso de la comunidad universitaria. Con el primero se pretende crear áreas verdes próximas a los diferentes centros del Campus universitario de Málaga, así como caminos verdes que interconecten las diferentes islas verdes.
Más información en https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/7596353.pdf
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