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El origen del Suseki: Naturaleza, arte y tradición

portada el origen del suiseki

El Suiseki significa, literalmente, piedra de agua. Debido a la antigua costumbre de disponer piedras paisajes en miniaturas de bandejas llenas de agua. Una técnica consistente en el arte de coleccionar, contemplar y exhibir piedras, esto da lugar a las piedras paisajes, lo que conocemos como Suiseki.

Son coleccionadas tanto por sus tamaños, formas, colores y texturas, como la representación que éstas toman donde son colocadas. El Suiseki, trata fundamental de las piedras de pequeño tamaño, de formación natural donde se le dota de valor estético y que además hacen volar la imaginación de quienes las observan.

Esto no implica que el Suiseki no pueda ser aplicado también a piedras de gran escala, pero, por lo general, estas se utilizan para el exterior de jardines secos, más que para el uso habitual en jardines y patios particulares.

EL ORIGEN DEL SUISEKI

Pero vamos a la cuestión que nos ha traído aquí, que es conocer el origen de este arte. Se dice que nación en China, hace aproximadamente 2000 años atrás, y que fue llevada a Japón, junto con otras artes como el teatro, literatura, caligrafía, pintura, etc., por delegaciones chinas alrededor del siglo VII d.c. y VIII d.c., como unos de los más preciados tesoros. Desde luego, los japoneses se maravillaron con esas formas tan fantásticas, que empezaron a cultivarlas en su cultura.

El Suiseki era apreciado por su belleza natural, pero también por su enorme valor religioso y simbólico. Por ejemplo, para el budismo, la piedra simbolizaba el Monte Shumí, mítica montaña sagrada donde se creía que existía el centro del mundo.

Por otra parte, en el caso del taoísmo, la piedra simbolizaba el Horai, paraíso taoísta; mientras que en el sistema filosófico chino del ying-yang, la piedra situada dentro del agua representa las dos fuerzas fundamentales del universo.

Así, ya sea por las diversas tradiciones religiosas o filosóficas que se le atribuyan a estas piedras, se desarrolló en Japón un sin fin de formas artísticas sobre este arte, refinándose su apreciación particularmente en el diseño de jardines. Un ejemplo de esto es que en el siglo XI se escribió un manual de jardinería llamado Sakuteiki, donde en este explicaba con detalles las características que debían poseer las piedras y su adecuada ubicación dentro del jardín. Todo esto desde dentro del punto de observación religioso o filosófico de la época.

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