El aumento de los espacios verdes en Barcelona mejoraría la salud mental
Un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona cifra en un 14% la reducción del consumo de antidepresivos tras convertir una de cada tres calles de la ciudad en corredores naturales.
Actualmente, solo el 20% de los ciudadanos de Barcelona disponen de acceso a espacios verdes, que representan el 11% de la superficie urbana.
Es una evidencia científica que la mayor presencia de parques, jardines y demás espacios verdes en las ciudades mejora significativamente la salud. Su utilización conlleva beneficios en el estado físico y mental de la población y, por consiguiente, suponen una reducción de los problemas asociados a enfermedades como la ansiedad, la depresión o la diabetes. Así lo demuestra un estudio del Instituto de Salud Global (ISG) de Barcelona, que considera que la implementación del plan urbano ‘Ejes Verdes’ del Ayuntamiento de Barcelona reduciría en un 14% el uso de antidepresivos y las visitas a especialistas en salud mental entre los habitantes adultos de la ciudad.
Este estudio, publicado en la revista Environment International y en el que han participado cinco investigadores del ISG, apunta que los mayores beneficios en salud mental se esperan en los vecinos de barrios como el Eixample, donde se concentran las mayores densidades de población y tráfico, y existen menos espacios naturales. Por ello, el plan ‘Ejes Verdes’ pretende aumentar en un 5,67% la infraestructura verde de la ciudad con especial incidencia en el centro de la ciudad.
El aumento de espacios verdes en Barcelona que contempla el plan municipal también podría evitar importantes costes en salud mental vinculados a los trastornos depresivos y que se estiman en más de 45 millones de euros al año. Y los beneficios podrían ser mayores en todos los ámbitos mencionados si el plan ‘Ejes Verdes’ incluyera “un aumento extensivo de la cubierta de copas de los árboles o un enverdecimiento general más ambicioso de las calle”, apunta el estudio del ISG.
En la actualidad, más del 80% de la población de Barcelona vive en áreas donde la presencia de la infraestructura verde es muy limitada, ya que los espacios con elementos naturales representan tan solo el 11% y no están distribuidos de manera uniforme. Sólo el Parque Natural de Collserola supone más de la mitad de superficie natural en la ciudad.
Los autores del estudio apuntan que pasar del 11% de espacios verdes actuales al 25% permitiría cumplir con las recomendaciones comúnmente utilizadas y que los ciudadanos de Barcelona tuvieran acceso a lugares con naturaleza sin desplazarse más de 300 metros.
En este objetivo de renaturalización de Barcelona está presente desde hace tiempo en iniciativas como el estudio de los beneficios del desarrollo de corredores verdes en la capital catalana y la aprobación de la Carta del Verde y de la Biodiversidad, que considera los servicios ecosistémicos e integra criterios a favor de la biodiversidad y la sostenibilidad.
Las conclusiones del estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona también pueden aplicarse a otras ciudades. “Los resultados no son exclusivos para Barcelona. Cualquier actuación en cualquier ciudad que lleve a incrementar la superficie verde próxima a los domicilios debería conducir a mejoras en la carga de salud mental de la población. […] Estas medidas deben acompañarse de sistemas de transporte público y activo de alta calidad, zonas de bajas emisiones o políticas para luchar contra la especulación y la gentrificación”, sostiene Mark Nieuwenhuijsen, director de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal, en declaraciones a la agencia SINC.
El desarrollo del plan ‘Ejes verdes’ del Ayuntamiento de Barcelona demuestra que la intervención en espacios verdes urbanos redunda siempre beneficios en la salud mental y física de la población.
Más información en https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0160412023001538?via%3Dihub
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