Diseñar con plantas (II)
Hay una planta para cada situación, ya sea árbol, arbusto, perenne, anual o bulbo. Al diseñar con plantas, se pueden incluir ejemplos de todos los grupos, para tener atractivo durante todo el año, o centrarse en solo uno o dos grupos para un efecto contemporáneo. El éxito está en la variedad de formas, texturas y colores, y en considerar cómo combina cada planta con otras en un macizo y en todo el jardín.
Plantas focales
Son plantas clave que sirven para atraer la mirada hacia un macizo o arriate, en el centro de un césped o al final de un sendero. Casi todas son perennes o tienen una forma o un follaje distintivo, pero también se pueden usar plantas estacionales que solo funcionan una parte del año, aportando un acento cuando más se necesita.
Las plantas focales dirigen la mirada hacia las zonas de interés o guían al visitante por el jardín. El lino de Nueva Zelanda, los arces, las yucas, los cardos y los abedules de tronco blanco dirigen la mirada a una zona o distraen la atención de objetos poco atractivos, como los cubos de basura.
Plantas de altura media
Estas plantas tienen una altura mediana e incluyen una gran variedad de herbáceas perennes, bulbosas como tulipanes, narcisos y Alliums, hierbas caducifolias y, en menor medida, arbustos pequeños, como la compacta verónica y la ramificada cincoenrama.
Algunas de las plantas medianas más efectivas suscitan más interés por su follaje y textura que por sus flores, aunque su colorido estacional es un rasgo importante y llamativo cuando se usan en un arriate. Cuando se agrupan las de follaje más vistoso, como acantos, hostas, ligularias y rodgersias, crean conjuntos impresionantes y se pueden usar para separar plantas con flores u hojas de forma menos interesante.
Las plantas medianas contribuyen a la estructura del jardín, pero muchas de ellas, aunque sean perennes, se marchitan a finales de otoño y renacen en primavera, por lo que no pueden cumplir la misma función que las leñosas más permanentes.
Plantas de cobertura
Son plantas muy ornamentales, forman un tapiz de color, textura y forma y crean una cubierta sobre el suelo que ayuda a eliminar las malas hierbas. No todas son de poca altura, incluyen diversas formas y tamaños: se definen por formar una cubierta densa.
Un lugar seco y soleado es ideal para plantas con flores resistentes a la sequía, como las genistas o las retamas enanas, los heliantemos y los Sedum. Otras plantas tapizantes son el tomillo y otras hierbas que forman cubiertas: la verónica (Hebe pinguifolia), el abrótano hembra (Santolia chamaecyparissus) y la hierba gatera (Nepeta). Un sitio fresco y a la sombra es perfecto para plantas como el cornejo canadiense (Cornus canadensis), el Geranium macrorrhizum y los epimedios (a la sombra de los árboles), así como las hortensias de invierno, los eléboros y los helechos (junto a una pared con el suelo bastante húmedo).