¿Cómo se perciben los espacios verdes en América Latina?

Gonzalo de la Fuente de Val ha realizado una investigación sobre la opinión y la frecuencia de uso de los espacios urbanos por parte de técnicos municipales y ciudadanos de las principales ciudades de América Latina.

Un reciente estudio ha analizado la opinión y la frecuencia de uso de los espacios verdes urbanos en las principales ciudades de América Latina, en base a un cuestionario online y una muestra de 128 técnicos municipales y 1.168 personas. Los resultados muestran un consenso entre profesionales y ciudadanos sobre el valor que debe tener la infraestructura verde urbana, indicando que una mayor cantidad, así como una gestión eficiente, ayudaría a la salud mental, física y a la calidad de vida de los habitantes.

Por otra parte, se constata que la normativa municipal carece de herramientas para el manejo de espacios verdes y de conservación. También, al igual que otros estudios, se confirma que la infraestructura verde urbana tiene necesidades y expectativas diferentes entre técnicos y residentes. 

La mayoría de los encuestados visita con más frecuencia los espacios verdes cercanos a su domicilio, accediendo principalmente caminando y preferiblemente por la tarde. Además, permanece más de una hora solo o en compañía y participa en actividades de ocio pasivo.

De esta manera, la proximidad, la frecuencia y la duración de la estancia son factores que indican la importancia de los espacios verdes para los usuarios encuestados. Sin embargo, la accesibilidad y la proximidad no son suficientes para visitar una zona verde, de manera que la infraestructura verde urbana debe tener la calidad suficiente para crear vínculos afectivos entre los ciudadanos y hacerlos sentir cómodos en el entorno que los rodea. 

Esto demuestra que los residentes quieren espacios útiles y utilizables cerca de ellos, así como que las áreas verdes públicas que son visitadas con mayor frecuencia por los residentes son las que están bien mantenidas. 

La conclusión es que una mayor calidad de estos espacios contribuye a una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos, así como un vínculo emocional más estrecho con su ciudad y comunidad en la que viven.