¿Cómo regar las plantas de interior? ¡Logra una afloración óptima con los siguientes consejos!
¿Cómo regar las plantas de interior? Muchas veces nos ha resultado difícil saber cada cuándo regar esa flor que tanto nos gusta, pero tenemos miedo de que se ahogue, o si debería regar las hojas o sólo la tierra. En todo caso, vamos a ayudarte a lograr un desarrollo de tus plantas perfecto. ¡Atento a lo largo de todo el artículo!
¿CÓMO REGAR LAS PLANTAS DE INTERIOR? ¡COMIENZA CONOCIENDO TUS PLANTAS!
Para saber cómo regar las plantas de interior, lo principal es conocer la planta que nos ocupa, ya que algunas necesitan más agua que otras, u otra forma de riego. Todo depende de cada planta, y también de cada maceta.
Lo primero que debes saber es que es mucho mejor regar en pequeñas dosis y con diferentes repeticiones, en lugar de verter grandes cantidades de manera esporádica, si lo hacemos bien, lograremos que el suelo pueda absorber de forma justa el agua.
¿CUÁNDO REGAR?
Lo más recomendable es suministrar agua durante la mañana o en las últimas horas de la tarde, hacer esto evita los cambios térmicos totalmente innecesarios que se dan a causa de evaporaciones demasiado intensas.
También debemos tener en cuenta la luz que le da a la planta, ya que, si esta recibe los rayos de manera directa, lo mejor sería actuar al atardecer, con el objetivo de evitar el “efecto lente”, algo que podría llegar hasta a quemar las hojas.
MANERAS DE REGAR LAS PLANTAS DE INTERIOR
¿Cómo regar las plantas de interior? Una de las técnicas es el riego desde arriba, consistente en verter directamente el agua sobre el terreno, utilizando una herramienta adecuada, como puede ser una regadera de cuello estrecho.
Es muy importante tener cuidado en esto, ya que debemos evitar que el agua caiga directamente sobre las hojas, ya que podría dañar a la planta.
Otra manera de regar las plantas es el riego por abajo, una actuación contraria a la mencionada anteriormente. Esta técnica consiste en llenar de agua el platillo de debajo de la maceta. Así lograremos que nuestra planta pueda absorber, a través de los agujeros de drenaje, la cantidad necesaria.
Por último, tenemos el riego por inmersión, consistente en colocar el tiesto directamente dentro de un recipiente lleno de agua. Tras un 10 o 15 minutos quitamos el tiesto del agua.
Seguidamente, dejamos escurrir la planta para eliminar el exceso de agua. Sin duda, es el mejor método para aquellas plantas colocadas en macetas o tiestos pequeños, e incluso puede llegar a ser un remedio para recuperar una planta que ha sufrido una excesiva exposición al calor sin suministro de agua.