Barcelona publica la Carta del Verde y de la Biodiversidad
Este documento es una guía de referencia para el diseño de la ciudad y los espacios públicos, teniendo en consideración los servicios ecosistémicos e integrando criterios a favor de la biodiversidad y la sostenibilidad.
El Ayuntamiento de Barcelona plantea la aplicación de la Carta del Verde a los proyectos de urbanización, edificación y mejora del espacio público, utilizando este documento como instrumento para el diseño de los espacios verdes de la ciudad, integrando criterios a favor de la biodiversidad, la sostenibilidad y la salud.
Este trabajo se enmarca dentro del Plan Natura 2021-2030, cuya visión es la de una ciudad del año 2050 con una infraestructura verde funcional y ecológica que maximice los servicios sociales y ambientales. Este plan es la hoja de ruta que define las actuaciones a corto, medio y largo plazo en cuanto al verde y la biodiversidad de la ciudad. El objetivo es aplicar los criterios de la Carta del Verde para conseguir una ciudad más habitable, con un espacio público al servicio de la ciudadanía que destaque el valor de la naturaleza.
El uso de esta guía se prevé como un instrumento para el diseño del espacio público en cuanto al suelo, el agua y la vegetación y va dirigida a todas las personas implicadas en el proyecto del diseño, pero de forma más concreta, ya que está ideada para servir como marco de refencia común entre los técnicos que trabajan en las diferentes áreas municipales implicadas en los espacios verdes.
Además, este documento también sirve como una guía de consulta abierta para los vecinos y vecinas involucrados en los proecsos de participación públicarelacionados con los espacios verdes y en el cuidado de la naturaleza urbana, tratando las perspectivas ambientales, temporales, multiescalares, paisajísticas y multidisciplinares en el diseño, haciendo clara una opción: trabajar con la naturaleza y a favor de la naturaleza.
La Carta del Verde hace hincapié en la calidad del verde y se centra en los aspectos necesarios para alcanzar un nuevo estándar de rendimiento del paisaje urbano, teniendo en cuenta que los espacios verdes no constituyen un paisaje natural autosuficiente en las ciudades, sino que dependen, como el resto de sistemas urbanos, de un diseño esmerado y de una gestión continuada en el tiempo.
La Carta ha sido elaborada por Barcelona Regional, con la colaboración del Instituto Municipal de Parques y Jardines de Barcelona y la consulta a profesionales externos. En el equipo de Coordinación y Redacción destacan Margarita Parés y Coloma Rull, junto a Marc Montlleó y Ioanna Spanou; mientras que en la comisión de trabajo destaca la presencia de Gabino Carballo, paisajista, técnico municipal y vocal de la AEPJP experto en la aplicación de soluciones basadas en la naturaleza en proyectos y gestión de espacios verdes públicos.
Según Gabino: “se trata de un documento trascendente, en el que hemos trabajado varios años. Visibiliza de una forma sucinta y gráfica una serie de conceptos relativamente abstractos. Muestra como debe ser la ciudad sin prescribir su forma, pero marcando pautas muy claras resepcto a como debe ser el espacio público de calidad. Se deriva de la LÍNEA 3 del Plan del Verde y de la Biodiversidad 2012-2020, que ya planteaba la necesidad de diseñar la ciudad y los espacios verdes considerando los servicios ambientales e integrando criterios a favor de la biodiversidad en su punto 3.1. El objetivo era disponer de un instrumento que recoja los criterios técnicos y de diseño necesarios a tener en cuenta a la hora de proyectar la configuración de los espacios verdes y el arbolado urbano y promover la biodiversidad. Creo que Barcelona Regional ha hecho un gran trabajo, y quiero destacar la labor de mis compañeras Marga Parés, Coloma Rull, Jana Miró y Gema Rodriguez, que realmente han dotado de alma a este documento”.
El Ayuntamiento de Barcelona prevé divulgar los criterios de la carta, definir los mecanismos de seguimiento de su aplicación, y recoger las lecciones aprendidas que deben revertir en un mejor diseño de la urbanización, que provea una nueva estética de la ciudad descarbonizada.
En definitiva, la Carta del Verde y la Biodiversidad, trata de innovar por maximizar los servicios socioambientales, para la adaptación al cambio climático y para activar procesos naturales para preservar la naturaleza. Esta innovación debe incluir la planificación para lograr una distribución del verde equitativa y con conectividad, y esto debe incluir una nueva forma de proyectar el verde.
De esta manera, la naturalización de los espacios verdes por la que apuesta la ciudad implica varios cambios de perspectiva, ya que para lograr un diseño en clave ecológica es imprescindible adoptar nuevas perspectivas relacionadas no sólo con su diseño, sino también con la ejecución y mantenimiento de los espacios verdes.
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